Oaxaca, en pie de guerra tras el asesinato de un profesor

La ola de violencia que azota Oaxaca, en la costa oeste de México, ha dejado un profesor muerto de tres tiros en el abdomen cuando salía, la noche del miércoles, de una reunión con miembros de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). La víctima, Pánfilo Hernández, cayó al suelo sin vida tras recibir los disparos realizados desde un turismo en marcha. «Estamos en alerta máxima. Está subiendo de tono la agresión en contra del movimiento», señaló Florentino López, portavoz de la APPO. Varias horas después, miembros de esa organización detuvieron a Martín Ruiz Martínez, agente de la policía local, como presunto asesino de Pánfilo Hernández. El brote de violencia en Oaxaca se ha recrudecido después de que la noche del miércoles el Senado decidiese en Comisión descartar la desaparición de poderes en Oaxaca o desconocer al Gobierno regional, como había venido exigiendo la APPO. El senador Felipe González, del Partido de Acción Nacional (PAN), indicó que haber decretado la desaparición de poderes en Oaxaca hubiese provocado una controversia constitucional que alargaría el caso en los Tribunales. No obstante, el informe aún debe ser debatido por el pleno de la Cámara Alta. El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se ha pronunciado en contra al entender que sí existen elementos para desconocer al Gobierno regional oaxaqueño. El Gobierno de Oxaca está encabezado por Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que es quien hizo estallar el conflicto en julio al enfrentarse abiertamente con el sindicato de trabajadores de la enseñanza. El PRI apoya a Ruiz, mientras que el PRD y el PAN han pedido públicamente su dimisión. Mientras tanto, la población de Oaxaca ha aprovechado la confusión para tomarse la justicia por su mano. Así, padres de familia de la Guardería Eulogio Díaz y vecinos del barrio Libertad, en la capital oaxaqueña, detuvieron a Juan Cruz Vázquez cuando intentaba asaltar y violar a la directora de ese centro. Después de la detención, Cruz Vázquez fue amarrado con cuerdas a un árbol y golpeado por los vecinos durante dos horas hasta que decidieron entregarlo a la Policía. Enrique Gazcón, testigo de los hechos, informó que Cruz Vázquez ingresó a la guardería y con una pistola amenazó a la directora de la institución para después intentar abusar sexualmente de ella.