29 abr 2010

Ulises Ruiz y su delfín


George W. Grayson
Ulises Ruiz parece ser el centro del tiro al blanco bajo fuego de la izquierda, la derecha y el centro. La razón contra el inescrupuloso y ambicioso gobernador es su intento por imponer a Eviel Pérez Magaña como su sucesor en Oaxaca, estado crucial para el PRI en las elecciones del próximo cuatro de julio.
La importancia de Oaxaca es su estatus como una de las "cinco grandes" reservas de votos del PRI que puede lanzar con fuerza a su abanderado a Los Pinos. También está considerado como la "región corrupta" del PRI, puesto que nunca ha sido gobernada por ningún otro partido. En julio de 2009, Ruiz y el PRI barrieron con la totalidad de los once curules de la Cámara de Diputados del estado donde nació Benito Juárez. Al darse cuenta de la importancia de Oaxaca, el PAN se adhirió a la coalición Unidad para la Paz y el Progreso, que incluye a todos los partidos de izquierda en apoyo a Gabino Cué.
Cué, que cuenta con un doctorado en economía y que se ha desempeñado como secretario de Gobernación, desde que amanece hasta que anochece se dedica a cortejar campesinos, sindicalistas, jóvenes, comunidades indígenas y hombres de negocios en muchos de los 570 municipios del estado. En contraste, Pérez Magaña lleva a cabo una campaña relajada, aunque el PRI estatal esté muy lejos de la unidad: tres de los ex gobernadores de Oaxaca —Heladio Ramírez López (1986-92), Diódoro Carrasco Altamirano (1992-98), José Murat Casab (1998-2004)— se detestan, pero odian mucho más a Ruiz y no ocultan su preferencia por Cué, de 44 años de edad.
Por su parte, Elba Esther Gordillo considera a Ruiz como un leproso de fétido aliento. Después de todo, tanto él como el entonces presidente del PRI, Roberto Madrazo, faltaron a su palabra y trepanaron una reforma fiscal que ella había negociado con el gobierno de Fox. Esto la orilló a abandonar el PRI, donde ocupaba el puesto de secretaria general pero hoy, en lugar de ordenar a su Partido Nueva Alianza apoyar a Cué, La Maestra lanzó a su propia candidata, Irma Piñeiro, una talentosa organizadora que fue diputada federal entre 2000 y 2003. La ex priista no tiene absolutamente ninguna oportunidad de ganar, pero la parte de los votos que logre capturar serán a expensas de Pérez Magaña y, pese a la discusión pública entre la sección 22 del sindicato de maestros el SNTE y La Maestra, ella cuenta con los recursos para alentar a los líderes locales del sindicato a fin de que apoyen a Cué. Los maestros de Oaxaca no requieren de mucha persuasión para oponerse al gobernador y a su delfín a raíz de las enérgicas medidas que les impuso en 2006 cuando elementos de la Sección 22 formaron el núcleo del movimiento militante del APPO, en contra el gobernador.
El sagaz de Ruiz, de 52 años, es un sobreviviente político, pero el ungir a Pérez Magaña representa un enorme reto para sus elaborados sueños políticos: ser secretario de Gobernación para apostarle a la presidencia en 2018.

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