3 feb 2011

Rumbo al 2012


Abraham A. Rasgado González
¿A quién responden los políticos? Tal vez a sus convicciones, tal vez a sus ideas, tal vez a sus intereses, tal vez a sus ocurrencias, tal vez a las circunstancias, tal vez a sus electores, tal vez a sus patrocinadores. Tal vez no lo sabemos. Pero vemos su modo de actuar y nos surgen las dudas que quizá no se nos había ocurrido examinar.
Y no se trata de preguntarles a quién obedecen ellos, porque sabemos la embustera respuesta que nos lanzarán. Mejor preguntemos y dejemos que respondan sin responder.

Veamos. El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, según se aprecia, responde al mando del expresidente Carlos Salinas de Gortari. Éste, desde hace años, ha intentado con poco éxito regresar de lleno y sin rubores a la vida política abiertamente. Ha publicado algunos insufribles mamotretos (de más de mil páginas) en los cuales documenta su descaro. Este oscuro personaje de la vida política ahora pretende imponer a Peña Nieto (con la bendición de Televisa), primero como candidato presidencial del PRI, y después como presidente de México.

Hace unos días, leía el libro El sexenio de Televisa, un excelente trabajo de Genaro Villamil (periodista de la revista Proceso), en el cual documenta todas las canonjías, los privilegios excesivos, los abusos y el poder extralegal que ese consorcio ha acumulado sobre todo en el actual periodo de Felipe Calderón. Asimismo, se hace alusión al contrato que Televisa suscribió (a pesar de estar prohibido por la Constitución y la legislación electoral) para promocionar y diseñar una campaña de largo alcance (en cuanto a tiempo) para proyectar a Peña Nieto como el candidato-detergente que México esperaba. 
Grosso modo, los hechos los explico así: Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, expresaba que él (y lo que él representaba) era un “soldado del PRI”. Azcárraga Jean, El Tigrillo, nos ha dicho: dejé de ser un soldado del PRI, ahora convertí a los partidos, a los políticos, al Ejecutivo federal, en mis soldados que marchan al son que les toco. Y va más allá: hoy en día, intenta tener a su presidente, imponerlo él mismo, sin intermediarios, sin ningún pudor.

¿Y por qué él y no otro? ¿Por qué Peña Nieto ha sido elegido para ser el Presidente Televisa?

En el 2005, cuando se estaban disputando las candidaturas presidenciales, el tío de Peña Nieto y exgobernador de dicha entidad mexiquense, Arturo Montiel Rojas, fue defenestrado de sus aspiraciones presidenciales, ya que su adversario, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado (a la postre candidato del PRI en las elecciones del 2006), filtró a la opinión pública los no pocos actos de corrupción que llevó a cabo Montiel Rojas cuando fungió como gobernador. Este último optó por abandonar la carrera por la candidatura priísta. Así, Televisa vio en Peña Nieto a alguien similar a su tío: un político débil, ignorante, corrupto, dispuesto a violar cualquier ley (sea legal o moral) con tal de obtener algún beneficio. Y Televisa dijo: si Peña Nieto se sale del guión, correrá la misma suerte que su tío (y además contribuirá muy solidariamente a engordar las cuentas de Televisa con dinero público).
Pero Peña Nieto tiene una prueba que superar este año. En este 2011 se renovará el poder Ejecutivo de su estado. Y no la está viendo muy fácil, que digamos. El gobernador, novio de quien interpretó el papel de la Gaviota en una novela de Televisa, dedujo muy sagazmente que las alianzas opositoras funcionaron en estados claves en las elecciones del año que acabamos de terminar. Y su estado sí que es clave también, el más importante en cuanto a padrón y peso político se refiere; y en ese tenor, dispuso reformas legales a la legislación electoral local para poner trabas a esas potenciales alianzas.

Pero en la oposición también hacen todo lo posible por conseguir un triunfo para el candidato de Televisa y sobre todo de Carlos Salinas de Gortari. Inmediatamente, Andrés Manuel López Obrador saltó a decir que él no apoyaba las alianzas con el PAN. Y este político tabasqueño tiene mucha repercusión en las bases perredistas y de izquierda institucional (por el gran trabajo que hizo en estos años, al ir tejiendo redes en apoyo de sus aspiraciones). Por una convicción y un acto de congruencia, el lopezobradorismo beneficiará a quien dice ser su acérrimo adversario: Carlos Salinas de Gortari. Es decir, hará exactamente lo mismo de lo que acusaban en la elección presidencial pasada al EZLN: hacerle el juego a la derecha y… a Carlos Salinas de Gortari.

Decían que los zapatistas y La Otra Campaña debían quedarse quietos, callados, para no hacerle el juego a la derecha. Los zapatistas debían hacer de tripas corazón, tragarse su dolor y su rabia, por todas las agresiones que sufría por parte de gobiernos perredistas, para no hacerle el juego a la derecha y… a Carlos Salinas de Gortari.

Hoy el lopezobradorismo y el PRD están en esa misma encrucijada, porque así lo consintieron al aceptar las reglas del juego: si apoyan la alianza, López Obrador se sentirá traicionado. Y si no la apoyan, siguiendo los consejos de AMLO, beneficiarán al salinismo que dicen combatir. Y no pondrán tal vez en práctica el “estoicismo” que recomendaban al zapatismo.

Menudo embrollo para los políticos que se disputan el botín que México representa para ellos. Ante este escenario, sólo cabe construir otra cosa, desde abajo y a la izquierda…
Ya se mira el horizonte…

1 comentario:

Bethowsky dijo...

una duda un konocido mio me komento sobre la estadia q presentaron el che y castro en mexico y de una supuesta violacion q sufrieron por parte de una orde
carlos salinas d gortari