1 may 2010

Emboscada priista

Joel Ortega
Me llama Humberto Parra, emboscaron una caravana en Oaxaca cerca de San Juan Copala, en la región Triqui; hay dos muertos: un finlandés y una mujer; al parecer hay siete desaparecidos, entre ellos David Cilia, hijo, y Érika Ramírez, reporteros de Contralínea. Hay que hacer algo para salvar su vida, su papá va rumbo a Oaxaca.
Súbitamente me traslado a la era del terror priista, donde con Humberto y muchos cuates más vivimos muchos episodios represivos de este tipo.
Toda la tarde del miércoles recibo mails y Faceboks denunciando la salvaje emboscada, entre ellos el de Alejandro Meléndez; al día siguiente Jorge, su padre, compañero y amigo de toda la vida, me comunica que habrá una marcha de protesta, se dan diversos itinerarios; finalmente se establece el del Hemiciclo a la PGR, cita en Reforma y Río Neva.
Hay algunas decenas de chavos, mujeres indígenas con sus hijos, periodistas pioneros de las luchas democráticas como Rogelio Hernández y el propio Jorge Meléndez. Hay policías por todas partes; de pronto avanzan corriendo por Reforma, frenan abruptamente y con una disciplina impresionante hacen un círculo y aíslan a los protestantes. Ese operativo ya lo han practicado; lo hicieron en la marcha del 2 de octubre pasado. Su eficacia es impresionante y pone los pelos de punta.
Ulises Ruiz reaparece con sus insólitas declaraciones: no tenían nada que hacer los extranjeros en Oaxaca. Como siempre los patos tirando a las escopetas: la emboscada no importa; lo inaceptable son los “extranjeros en Oaxaca”. Ya sabemos, luego se construirán historias para “demostrar” que se trata de enfrentamientos intertribales de grupos de triquis, utilizando para ello al viejo cacique Heriberto Pazos, quien junto con Héctor Sánchez (antiguo fundador de la COCEI) se aliaron a Murat para debilitar la coalición que apoyaba a Gabino Cué hace seis años y luego pasaron a ser empleados de Ulises Ruiz.
La versión priista intenta ocultar sus lazos con la denominada Ubisort (Unión de Bienestar Social de la Región Triqui), grupo paramilitar probable autor de la emboscada, que ha cercado al pueblo de San Juan Copala, único municipio autónomo en Oaxaca.
Los detalles irán conformando el rompecabezas.
David Cilia y Érika Ramírez lograron sobrevivir, escondidos en la maleza.
La emboscada en Copala es la secuela del salvaje gobierno de Ulises (más de 20 muertos durante el movimiento de la APPO en 2006) y del “estilo” priista de gobernar, el mismo que muchos añoran. Aún pueden perder en el 12.

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