ALBA SUAREZ
Cuando uno va a un “circo”, se encuentra con graciosos personajes, animales de todo tipo y suele divertirse por lo general. La política mexicana en general, y la oaxaqueña en particular, es también un “circo” pero está ya muy lejos de divertir a los mexicanos, justamente, gracia es lo último que hacen, seguramente, lo que dan es lástima y vergüenza ajena, de ver el mismo espectáculo repetido, en esta democracia que se supo y se logró conseguir y malograda por el triste espectáculo que nos dan la mayoría de sus protagonistas.
Caminando por las calles de Oaxaca, más concretamente, por el Zócalo capitalino, me encontré un grupo de maestros, los cuales llevan 17 días instalados, como una forma de protesta, pidiendo sencillamente, justicia, pero a su vez, veo como un importante grupo de vendedores, intentan hacer negocio de la situación, son incalculables es número de puestos que se han colocado en e centro, para aprovechar la afluencia de curiosos que se acercan a ver la actualidad diaria de la ciudad, podemos encontrar desde puestos de comida, pasando por puestos donde venden pulseras y collares, hasta los que cometen un delito menor, vendiendo piratería…..
Sigo transitando las calles y me encuentro con otro grupo de jóvenes pegando carteles, intentando destruir las acciones del rival político del momento, tales como el boicot a la Guelaguetza, e invitando a la sociedad y a los turistas que acudan a la fiesta popular, y no a la organizada por el gobierno, que ellos consideran, ilegitimo.
Como en el “circo” al que solíamos ir de pequeños, como el que ayer abandonó la ciudad de Oaxaca, todos los días vivimos casi lo mismo y no sabemos si reír o llorar. El hombre del circo al que llamamos “circense” hace todo su trabajo con amor y allí está para darnos a todos lo mejor de si. Los protagonistas del “circo de la política” son casi siempre los mismos, solo basta ver las fotos del pasado y recordar.
Durante muchos meses, tantos como catorce, hemos podido "disfrutar" de innumerables funciones extraordinarias, e incluso de números especiales en el espectáculo, pero os recuerdo, amigos, que habrá que esperar que nuestros políticos se quiten sus disfraces de payaso, ya que con ellos, precisamente gracia no hacen a la población, y empiecen de una vez por todas, a hacer el bien por y para el pueblo, que en definitiva es su trabajo, y es por lo que cobran innumerables cuantías de dinero. Ha llegado la hora que nuestros gobernantes, se pongan de una vez por todas el "mono" de empresario y empiecen a hacer su trabajo.
Lejos de hacernos reír, de hacernos felices, nos dan lastima. En el “circo” uno va a divertirse, a olvidarse de los problemas que pueda tener. En el escenario político del “circo oaxaqueño” ya nos aburrieron, por eso queremos un gran cambio en sus protagonistas. Queremos que se nos trate de otra manera y que no nos consideren como si fuéramos unos verdaderos estúpidos e ignorantes. Actúan por lo general sin demostrar otra cosa que lo único que les importa son las ganancias que van a cobrar por las entradas y/o votos que pueda lograr cada partido en las elecciones y/o por los dineros públicos que van a administrar. La política con “mayúsculas” es otra cosa. Es algo muy importante y lamentablemente no se dan cuenta. Realmente me dan lástima y estoy segura de que no soy la única que piensa igual que yo. No hay que “degradar” a la política porque es una cosa muy importante. Pero justamente, son sus actores, los protagonistas, que día a día, con sus acciones, sus actos impunes, su corrupción, y sus abusos, los que hacen que la sociedad no crea en la política, y poco a poco la vaya degradando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario