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Por: Ramón Zurita Sahagún
Los temores de la alianza opositora al PRI en Oaxaca tienen fundamento y para que no quede dudas de como operará el gobierno priista de Ulises Ruiz Ortiz se anotan los siguientes datos:
Eviel Pérez Magaña lleva poco más de cinco meses como diputado federal, pero es tan cumplido con sus electores que decidió presentar un informe anual de su gestión que no alcanza siquiera un semestre.
Para ello, el diputado federal y coordinador de los legisladores priistas de Oaxaca decidió echar la casa por la ventana y no reducirse al ámbito de su distrito (Tuxtepec), por lo que decidió trasladar todo su circo a la capital del estado, sin reparar en costos, ya que se trata del preámbulo de su lanzamiento estelar.
Grandes espectaculares fueron situados en posiciones de privilegio en varias ciudades del estado en los que Eviel Pérez Magaña anuncia que su alianza es con la gente y da a conocer del importante acto celebrado ayer.
Sin embargo, Eviel y sus amigos diputados oaxaqueños no consideraron que el día del tan importante informe de su gestión como diputado federal era uno de los tan escasos días de sesión.
Cumplidor como es y espléndido como lo presentan, los diputados priistas decidieron fletar un vuelo charter para acompañar en tan memorable fecha a su colega diputado federal y darle los aplausos que le sean necesarios.
Revestir a Eviel de todo lo necesario que requiere una figura política estatal no tiene precio, por lo que el derroche fue la tarjeta de presentación de lo que se aproxima con el partido tricolor en plena campaña.
La fiesta priista ya inició y los adversarios del PRI deben prepararse ante las conocidas marrullerías del gobernador Ruiz Ortiz para detectarlas a tiempo, impedir el abuso de las mismas y encontrar los antídotos necesarios para contrarrestar su efecto.
Oaxaca es la joya de las coaliciones formadas por la oposición al PRI, ya que es sumamente amplio el abanico de posibilidades con que cuentan los aliancistas para ganar.
Tienen un buen candidato –Gabino Cué Monteagudo- que hace seis años le sacó un susto al miedo, al quedarse a un puñado de votos de uno de los mejores maestros del arte electoral con que cuenta el PRI.
Los partidos aliancista aparentan una gran cohesión, necesaria para enfrentar los brutales embates de un gobierno que no0 se arredra ante nada, ni ante nadie, sin importar lo que tenga que atropellar.
Gabino es un candidato que permea entre la población, ya que fue alcalde de la capital del estado y senador de mayoría, obteniendo en cada ocasión un abundante número de votos, lo que muestra el respaldo con que cuenta.
Hace seis años se enfrentó en las urnas al actual gobernador y a favor del triunfo de Ulises Ruiz Ortiz operaron los contados votos que obtuvo Héctor Sánchez como candidato de un partido local que hicieron la diferencia entre el triunfo y la derrota.
Es grande el cansancio de la ciudadanía de los abusos cometidos por el gobernador y su séquito de lambiscones que atienden sin reparos de ninguna clase los ordenamientos del mandatario estatal y usan esa estrategia para hacer su santa voluntad.
La sociedad oaxaqueña ya está cansada de los gobiernos despóticos emanados del PRI y del retraso en que se encuentra la entidad, con decenas de comunidades marginadas, por lo que busca un cambio.
También los ciudadanos se muestran hartos de la confrontación entre los grupos de priistas que buscan un pedazo del pastel que estará en juego el cuatro de julio y que pretenden repartirse solamente Ulises y sus aliados.
De los doce estados del país que tendrán procesos electorales para elegir a su nuevo gobernador el cuatro de julio, Oaxaca resulta ser el laboratorio de experimentación, donde se pulsa la presentación de un proyecto de gobierno conjunto entre derecha e izquierda, que, de redundar en una victoria puede ser el antecedente para otros más.
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