28 abr 2009

Candidatos 2009: de mal en peor



Por: Víctor Leonel Juan Martínez

Justo cuando el país se encuentra inmerso en la crisis económica global e internamente la seguridad nacional está amenazada por el crimen organizado; se requiere de una clase política de altura, con capacidad, probidad e inteligencia para hacer frente a estos retos y problemas.

Nada más alejado de lo que los partidos políticos nos ofrecen. Por si alguien lo duda, he aquí una rápida revisión de los precandidatos a las diputaciones federales por Oaxaca.

I. PRI: PORRISMO LEGISLATIVO. Si bien la carrera parlamentaria contribuye a elevar el debate y a tomar mejores decisiones dada la experiencia de quienes pudieran ser reelectos, no es el caso de los diputados priistas que repiten.

En la antepasada legislatura federal, los priistas se ganaron, merecidamente, el mote de “talibanes oaxaqueños”, por su nula capacidad en tribuna, su ignorancia e incapacidad parlamentaria; sólo servían como grupo de choque, para abuchear al adversario, tomar la tribuna y denostar a los miembros de otro partido. Eran auténticos “porros” legislativos.

De esa infausta camada, cuatro se han registrado para repetir en el cargo: Elpidio Concha Arellano, por Teotitlán de Flores Magón; Héctor Pablo Ramírez Leyva, por Miahuatlán; Heliodoro Díaz Escárraga por Tlaxiaco; y Sofía Castro, por Tehuantepec.

Pero, los demás aspirantes, tampoco tienen mucho que aportar. Quien no recuerda que Antonio Yglesias Arreola, que va por Pinotepa Nacional, fue impedido de llegar a la dirección del Instituto Estatal Electoral, cuando el PRD denunció que la cédula profesional con el que se ostenta como licenciado en derecho correspondía a una abogada del norte del país. O Eviel Pérez Magaña, sin oficio ni profesión, candidato por Tuxtepec, acusado de imponer un cacicazgo político en la zona, así como de haber incurrido en actos de corrupción.

O el anodino Manuel de Esesarte, nominado por el distrito del Centro; el expresidente municipal de Oaxaca de Juárez trascendió por sus pintorescas y foxianas declaraciones (quien no recuerda cuando dijo que “las obras del zócalo están mal hechas, no hubo planeación, son feas y no sirven para nada”, cuando salió en defensa del gobernador del estado precisamente en el proyecto de renovación del centro histórico; o aquella en que manifestó que se hizo presidente, “porque el gobernador me invitó”, acabando de tajo con la supuesta autonomía municipal; así como por las presuntas irregularidades cometidas en su gestión y que están siendo investigadas por la Auditoría Superior de la Federación.

II. PRD: ENTREGUISMO. La labor de corrosión que han hecho las familias que controlan al PRD oaxaqueño, ha logrado sus propósitos: una militancia cada vez menor, un despilfarro de su capital electoral, la pérdida de principios y valores de la izquierda. Y, por supuesto, jugosas ganancias para los López Nelio, Jara, Serrano, Vásquez, Luis, etcétera. De la mano de su decadencia han ahuyentado a la gente honesta y comprometida que tenían y, si alguna queda, es seguro que las tribus harán hasta lo imposible por obstaculizar su llegada a algún cargo de elección.

Son tan obvios que, pese a que su dirigencia nacional se reservó los once distritos oaxaqueños para designar a los candidatos a diputados federales, toparán con pared. Una muestra son las listas internas que se manejan. Predominan las propuestas del muratismo y del PRI estatal. En esas listas están desde expriistas como Froylán Cruz Toledo, Emilia García Guzmán, Jesús Madrid, Osvaldo García Criollo o expanistas como Salvador Santos Sierra. Por supuesto, las tribus internas alineadas de uno u otro bando (muratistas o ulisistas, es decir) también proponen: desde Elizabeth Hernández, Pedro Silva, Agustín Sosa, Lenin López Nelio, Raymundo Carmona. Finísimas personas, pues.

Ya para que la carta máxima del perredismo oaxaqueño sea el ex rector de la UABJO, Francisco Martínez Neri, nos habla del bajísimo perfil de sus candidatos, dado los fuertes cuestionamientos que se han hecho al ex funcionario universitario.

Mientras, dirigentes y políticos perredistas, buscan desesperadamente volteen los ojos de su dirigencia nacional a verlos. No para hacer una propuesta seria o hacer una campaña a la altura del proceso federal; tan sólo para buscar incrustarse en las listas plurinominales o, ya de perdida, cotizar mejor sus servicios ante el gobierno estatal.

III. Convergencia, reciclaje. A esta simulación democrática, le entran todos los partidos. El más nuevo de ellos, Convergencia, también se ha dedicado a reciclar, sin principios o compromiso ideológico, a exmilitantes de otros partidos.

Es el caso de José Soto, ex priista, compadre de José Murat, quien de manera autoritaria y patrimonialista mantuvo un férreo control de los cañeros del Papaloapam. Ahora, pasa por lo que se ha convertido en el río Jordán de los políticos: el cambio de partido y, de ser un denostado cacique, Convergencia lo bautiza como demócrata y lo hace su candidato por Tuxtepec.

Si bien no con credenciales tan voluminosas, el ex perredista y cuestionado expresidente de Zimatlán de Álvarez, Mario Rafael, se apunta por el distrito 09 con cabecera en Santa Lucía.

Por el 05, Tehuantepec, encabeza la lista el desconocido Adád Ramírez Antonio, hasta hace muy poco tesorero municipal del ayuntamiento tehuano y quien, a decir de regidores de ese municipio, fue defenestrado del cargo señalado de su presunta participación en un fraude en complicidad con el regidor de Hacienda Ramón Peregrino (casualmente también presidente del comité municipal de Convergencia).

Del resto de los aspirantes muchos desconocidos. De lo poco rescatable: Fausto Pineda, expresidente de Teotitlán de Flores Magón, quien sufrió de persecución durante el periodo muratista; y el yalalteco Aristarco Aquino, a quien acompaña Noé López Pinos, en el distrito de Tlacolula. Por el distrito del centro médico universitario Maurilio Mayoral.

IV. El PAN: NEO-CÓMPLICES. El arribo de Carlos Moreno Alcántara a la dirigencia estatal, era una obvia señal del juego del panismo en Oaxaca: la complicidad con el gobierno estatal y el PRI. Tal era la currícula del ex diputado local, siempre postrado a los intereses del ex gobernador José Murat. En Oaxaca el PAN se reservó seis distritos y abrió la competencia en cinco, en los lugares donde tiene mayor presencia: Oaxaca de Juárez, Huajuapan, Tuxtepec, Tehuantepec y Pinotepa Nacional. Y los precandidatos del panismo son tan desprestigiados como los de los otros partidos.

En Tehuantepec, Rafael González Manríquez, (a) Goman, el ex munícipe de Salina Cruz, quien fue acusado de millonarios desvíos de recursos, de una presidencia anodina y sólo trabajar por sus intereses personales; su entreguismo al gobierno muratista cuando fue edil del municipio porteño, es aún recordada.

De la otros inscritos poco se sabe: Luis Ugartechea, dueño del “Bar Jardín” y, se dice, cercano al dirigente nacional del PAN, va por el distrito del Centro, después de realizar actos exigiendo la apertura de candidaturas “ciudadanas” en el blanquiazul (autopromoviéndose pues). Y, además, también apartó lugar en la lista de aspirantes a las diputaciones plurinominales.

Aun en distritos reserevados algunos personajes abiertamente hacen campaña para alcanzar su nominación. Como el ex priista, Francisco Vásquez, juchiteco que lo mismo repudian priistas que panistas, como se vio recientemente en Matías Romero, el principal bastión del PAN en el distrito de Juchitán, en donde fue cuestionado y rechazado; ni siquiera encontró a algún despistado que quisiera ser su representante en las casillas.

Otro protagónico panista, Guillermo Zavaleta Rojas, perteneciente a la corriente más leal al ulisismo (y que tan bien sirvió al muratismo), se anota para contender por una candidatura plurinominal por el distrito de Pinotepa. Lo mismo que Jorge Alberto Valencia Arroyo, por Tlacolula.

Con candidatos como estos se explica por qué el panismo no tiene mayor presencia en territorio oaxaqueño.

V. LA CHIQUILLADA, PEPENANDO CANDIDATOS

De los otros partidos poco hay que decir. Si acaso el Partido del Trabajo con la clientela que maneja el recién convertido al petismo Salomón Jara, quien por instrucciones de Andrés Manuel López Obrador dejara al PRD y se suma a este partido, podrá rescatar algunos votos en Oaxaca.

Los otros dos PANAL, PSD y PVEM, andan a la pepena de algún despistado que se quiera apuntar como candidato. El PSD ya encontró al primero en Héctor Sánchez, conocido saltimbanqui de la política, quien siempre ofrece sus servicios al mejor postor, aunque está tan devaluado que va de mal en peor.

Sin presencia, ni estructura, ofertan candidaturas en un intento por al menos cubrir los once distritos. Por supuesto, también esperan que el cualquier momento llegue el SUPER-PRI a salvarlos.

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