CORRESPONSALÍA
El número de muertos por la matanza del pasado martes ocurrido en Vicente Camalote aumentó a 14, según informaron algunas autoridades involucradas en el caso. Ya que el día de ayer miércoles fue encontrado el cuerpo sin vida de el comandante de la policía preventiva del Estado José Escobar Sánchez; una vez que fuera levantado por un comando que momentos antes ejecutara a trece personas con el tiro de gracia; entre ellos a un menor de edad, seis policías, un desconocido y tres empleados del rancho de la familia Maciel.
Recuento de hechos
La masacre muy al estilo a las de las ciudades del norte del país se originó alrededor de 7:30 de la noche; cuando los habitantes de Vicente Camalote se percataron de que varios sujetos armados circulaban por las calles abordo de varias camionetas tipo 4x4 (al parecer Hummers y Grand Cherokees), mismos que ingresaron por la fuerza al domicilio de la familia Maciel.
Éstos hechos causaron gran expectación entre los habitantes de Vicente, ya que se presumía que se trataba de agentes federales o de algún otro cuerpo policiaco.
Pero no fue así, se trataba de "gatilleros" que se introdujeron a la fuerza al domicilio de la señora Delfina Mora, madre de los hermanos Maciel; y una vez adentro, empezaron las detonaciones. Después de varios minutos de escucharse las ráfagas de los disparos, los sujetos abandonaron el domicilio rumbo a la carretera que lleva al Amate.
Por el lugar de los hechos pasaba el Agente del Ministerio Público de Acatlán, Armando Montaño Santiago, quien al escuchar la lluvia de balas le llamó la atención, pero por temor a lo desconocido, pidió el auxilio al teléfono 060 del Estado de Veracruz, y estos a su vez se comunicaron con personal de la Subprocuraduría de Tuxtepec, diciendo que un comando armado perseguía al representante social.
De este modo se pidió el auxilio a todas las corporaciones policiacas, siendo el Ejército Federal los primeros en llegar, posteriormente lo hicieron elementos de la Agencia Estatal de Investigación y policías preventivos del Estado, quienes encontraron en el interior de la casa sin número ubicada en la calle Otilio Montaño esquina con la avenida Benito Juárez, los cuerpos sin vida de tres elementos de la policía preventiva del Estado, Alfonso Maciel Sosa, hijo de doña Delfina Sosa y otra persona que se encuentra hasta el momento en el anfiteatro municipal de Tuxtepec, en calidad de desconocido.
Los sicarios llegaron hasta este domicilio con los cuatro policías preventivos del Estado, mismos que no fue su día y que tuvieron la mala suerte de toparse en el camino con las Hummer, quienes los bajaron a la fuerza y los subieron a las camionetas en que viajaban, para luego esposarlos y así fueron ejecutados; no así el comandante, José Escobar Sánchez, a quién lo utilizaron como rehén.
Los sicarios se dirigieron a Alfonso Maciel Sosa a quien pensaban levantar, pero este les dijo si van a matarme mátenme aquí para que sepan dónde quedé, versión de la mamá de la víctima, quien escuchó todo y se percató de que se llevaban a su nieto Alfonso Maciel Hernández de 17 años de edad.
Alfonso llevó a sus verdugos hasta el rancho El Zapote, ubicado a las afueras de Vicente Camalote, donde supuestamente se encontraba la persona que buscaban, pero al no encontrarla los sacaron al patio de la casa a tres trabajadores y les dispararon a todos.
Una vez ocurrido lo anterior, huyeron del lugar llevando consigo al Comandante de la policía preventiva y cuando llegaron al paraje conocido como los Pinos se encontraron a un costado de la carretera una patrulla de la policía de Acatlán con tres elementos, quienes fueron rodeados por los sicarios, quienes los desarmaron y mataron; dándoles el tiro de gracia.
Entregan los cádaveres
Doña Delfina Sosa de Maciel, identificó en el anfiteatro de Tuxtepec los cuerpos sin vida de su hijo, Alfonso Maciel Mora, su yerno Julián Hernández Mora y su nieto Alfonso Maciel Sosa, quienes les fueron entregados al filo de las cinco de la tarde, siendo trasladados a Vicente Camalote para ser velados y enterrados posteriormente.
Los 3 policías preventivos asesinados fueron identificados como Jesús Ramírez Santiago, Francisco Rodríguez Alejandro y Luis Ángel Villalobos, y el comandante José Escobar Sánchez; cuyos cuerpos fueron los primeros que salieron del anfiteatro custodiados por sus compañeros, para ser trasladados a su lugar de origen.
A los pocos minutos fueron saliendo poco a poco los policías municipales de Acatlán, siendo identificado por la señora Amelia Oltegua Avendaño, quien dijo ser la mamá de Santos Alvarado Mirón de 20 años de edad, quien tenía su domicilio en la zona urbana de Acatlán, dejando en la orfandad a una niña de cuatro meses de nacida.
Después la señora Edith Galindo identificó el cadáver del policía Rosendo Sillo Antonio de 27 años de edad, con domicilio en la comunidad de Limostitla perteneciente al municipio de Tezonapa, Veracruz.
A la señora María Isabel González Ramos, identificó el cuerpo sin vida de su esposo, quien respondió al nombre de Cirilo Tezcahua Zontegua de 30 años de edad, con domicilio en el Barrio Jardines del Bosque, situado en Acatlán.
Mientras tanto, en el anfiteatro aún permanecen los cuerpos sin vida de los empleados del rancho El Zapote de nombre Clemente Bautista, Maximino "N", Carmelo Flores Xoloctle y un desconocido que se presume lo llevaron los sicarios para que les enseñara la casa.
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