Huarache reloaded

Como es bien sabido por casi todos los habitantes de Acatlán, el expresidente Rosario Cerón (el huarache veloz) desde el pasado mes de diciembre se encuentra en nuestro municipio, el cual ha hecho apariciones públicas como en el segundo desinforme de gobierno del "presi" Amaro, además en el evento de presentación de la dichosa planta de etanol. Este personaje ha regresado a nuestro pueblo después de unos largos años que se dice que anduvo en los Estados Unidos y en la capital del estado, y ahora regresa como "asesor del ayuntamiento". Pero en realidad este sujeto no regresó nada más por que sí, si no que se dice por ahí que el será el candidato oficial por el PRI para buscar la presidencia, ya que el que se esperaba que fuese no goza de muy buena aceptación en la sociedad como es el caso de Nicolás Villalva, y pues como el PRI no quiere dejar el hueso pues piensa lanzar a Rosario Cerón, sí así como lo están leyendo, Rosario Cerón nuevamente buscará la alcaldía, espero que los ciudadanos tengan memoria y recuerden que en su administración dejó mucho de que hablar y se vio en vuelto en varios rumores que hasta pusieron en peligro su vida, ya que sufrió dos atentados. Recordemos que en su administración prometió muchas cosas que nunca cumplió, no hubo avances en obra social, cuestiones de empleo, educación, caminos y vías de comunicación (tuvo sus excepciones) y además a duras penas sabía leer, aunque eso no es raro, pues es de bien sabido por todos que la mayoría de alcaldes y funcionarios públicos carecen de un nivel profesional y cultural, basta recordar otro ex presidente, el C. Miguel Angel Virgen Virgen, el cual no sabía leer y a duras penas sabía pronunciar bien las palabras y su léxico daba mucho de que hablar por ejemplo utilizaba palabras como "vistes, supistes, haiga, etc), no cabe duda que la mayoría de alcaldes y ex alcaldes están buenos para hacer una yunta y así trabajar la tierra. Así que en nosotros está la decisión de no permitir que sigan llegando al poder personas como estás, ya basta de que siempre nos chinguen.